Avance “Sueños de libertad”: La alucinación de Begoña, un primer beso y una terrible revelación, capítulo 122 miércoles 14 de agosto
Jesús comienza a drogar a Begoña para manipularla y hacerle creer que su plan de ir a vivir una temporada a Londres es viable. Esto y más, en el capítulo 122 de “Sueños de libertad”, el miércoles 14 de agosto en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el martes 13 de agosto, Luz contó a Luis que Jaime se está muriendo y el médico rompió con la doctora; Gema intentó solucionar el desaguisado con Peralta; Carmen pidió dinero a Damián para la fianza de Tasio; y Begoña decidió dejar los calmantes y explicó a Jesús su deseo de viajar a Inglaterra para desconectar. Su marido se negó y encargó al químico de la fábrica una misteriosa poción…
Avance de lo que pasará el miércoles 14 de agosto en el capítulo 122 de “Sueños de libertad”
Por la mañana, durante el desayuno y por sorpresa, Jesús da permiso a Begoña para que viaje a Inglaterra, aunque le pide que espere a que Julia acabe los exámenes. Sin embargo, aprovechando un descuido de su esposa, el empresario le pone en la taza unas cuantas gotas del brebaje que encargó a Cazorla y ella se la bebe entera…
En las dependencias de los Merino, Gema logra su objetivo: Cristóbal Peralta llama a Joaquín y lo cita en sus oficinas hoy mismo. La sirvienta confiesa que fue a disculparse con el magnate y su marido y Luis la felicitan emocionados.
En el dispensario, Begoña aparece radiante tras abandonar las pastillas y comunica a Luz que se va a Londres y es posible que no regrese. La doctora, que ya sabe que denunció a Jesús y la Guardia Civil no le hizo ni caso, se alegra, pero le recuerda que su esposo es un maestro de la manipulación… De repente, la enfermera siente un extraño mareo…
En la cocina, Digna se fustiga ahora por permitir que acusaran a un inocente, Lázaro, del asesinato de Clotilde para proteger a Valentín, e Isidro le recomienda que no le dé mas vueltas al tema. Y en la fábrica, Jesús, Marta y Andrés endosan a María la organización de los fastos por el trigésimo aniversario de la empresa.
En la cantina, Mateo alerta a Tasio, que ha quedado libre: con Íñigo desaparecido, los empleados le reclamarán lo estafado a él, que está sin un duro. En esas, entra Carmen y desvela a su marido que imploró a Damián que pagara la fianza. De pronto, víctimas del timo se rebelan en el bar y el operario sale corriendo.
En la mansión, Tasio visita a Damián para agradecerle que se haya hecho cargo de la fianza y su padre biológico le entrega dinero suficiente para firmar la paz con todos los estafados. No obstante, lo abronca por dejarse engañar obsesionado con igualarse a sus hermanos De la Reina y avisa: nunca más prestará socorro a su hijo ilegítimo…
En Madrid, Joaquín y Gema, aludiendo a los orígenes humildes del millonario, consiguen que Peralta reflexione sobre la venta de los terrenos que ambicionan y les promete que pronto les dará una cifra. Más tarde, la pareja opta por pasar la noche en la capital y rubricar su reconciliación en la cama de un lujoso hotel.
Entretanto, Jaime decide sincerarse por fin con Marta y le explica que sufre un tumor en la cabeza que le provoca problemas neurológicos y que, lejos de ser operable, lo mantiene al borde de la muerte. Su mujer, horrorizada, se niega a asumir la realidad y termina derrumbándose.
A todo esto, Andrés pregunta a Luz si Begoña le ha comentado por qué Jesús le envió flores como desagravio, pero la doctora silencia el episodio de la violación. Lo que sí revela al exmilitar es que su cuñada ha dado con la forma de deshacerse de su marido: huyendo a Inglaterra…
En el almacén, Claudia asegura a Mateo que está mucho más tranquila después de que Tasio haya salido en libertad y cancelado sus deudas, aunque preferiría que el padre del hijo que espera no tuviera antecedentes penales. En ese instante, ninguno es capaz de apartar la mirada del otro y el cura y la dependienta se besan por primera vez…
Y Begoña parece afectada por las gotas que le echó Jesús en el café, ya que padece un intenso dolor de cabeza y dice estar desorientada. Andrés la acompaña a la habitación y ella, a duras penas, le confirma que pronto se marchará a Londres, entre otras cosas para distanciarse de él. Luego, la enfermera empieza a alucinar y cree ver a su difunta madre en el pasillo…