Avance “Sueños de libertad”: Begoña suelta la bomba a los Merino y estalla la mundial, capítulo 126 miércoles 21 de agosto
Los asuntos del balneario llevan a Gema a fallar a María; Joselito, azuzado por Gaspar, pide matrimonio a Claudia; Luis debe decidir si denuncia a Luz; y Tasio busca a Íñigo junto a Ángela. Esto y más, en el capítulo 126 de “Sueños de libertad”, el miércoles 21 de agosto en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el martes 20 de agosto, Gema chocó con Isabel; Ángela, la madre de Tasio, volvió a la colonia alertada por Carmen; Jaime avisó a Luis de que se arrepentirá si delata a Luz; Gaspar dio esperanzas a Joselito; Joaquín se llevó a escondidas su contrato para la hipoteca del balneario; y Begoña, desquiciada, encontró roto un dibujo que le había regalado Julia y exigió explicaciones…
Avance de lo que pasará el miércoles 21 de agosto en el capítulo 126 de “Sueños de libertad”
En las dependencias de los Merino, Joaquín y Gema comunican a Luis que han notado al director del Banco Central de Madrid bastante receptivo y ven muchas posibilidades de que la casa sirva como aval para adquirir los terrenos del balneario. En esas, la sirvienta cae en que ha olvidado comprar la tarta de la verbena.
En la cantina, Luis reflexiona sobre si debe denunciar a Luz. En ese momento, observa cómo un empleado agradece sus atenciones a la doctora. Luego, Gaspar enumera ante el perfumista las bondades de la médica y asegura que, con ella, les ha tocado la lotería.
En la alcoba, Begoña, que apenas come, confiesa a Digna que tiene miedo de haber heredado el trastorno de su madre y estar perdiendo el juicio. La tía de Jesús le garantiza que se pondrá bien y le ofrece su ayuda y cariño. Además, le recomienda descansar y no darle vueltas a la cabeza.
Y en plenos preparativos de la verbena, Gema irrita a María al aparecer con una bandeja de magdalenas en lugar de la sofisticada tarta que le encargó. La criada reconoce su fallo y alega que tuvo que ir con Joaquín a Madrid por un asunto que cambiará su futuro, pero ruega a su amiga que no exija más detalles. Muy cerca, Isabel no pierde ripio…
En la tienda, Marta repara en que a Claudia no le abrocha la falda cuando Joselito se presenta con un ramo de flores, se arrodilla, le enseña un anillo y le pide matrimonio. Delante de la jefa, el muchacho hace una velada referencia al embarazo de la dependienta, a la que se le agota la paciencia. Así, termina soltando a su paisano un “no” como una catedral.
De su lado, Tasio se topa con Carmen en la cantina, donde recoge la radio de Gaspar para tratar de repararla. Su marido la piropea y le da las gracias por avisar a su madre, pero la sevillana no dice ni mu.
Entretanto, don Agustín escucha una discusión entre Mateo y Joselito en la que el joven sacerdote explica a éste que no le queda otra que respetar la voluntad de Claudia. Sin embargo, el de Don Benito se enroca en que ella es una desagradecida que ha dejado escapar una oportunidad única para arreglar su vida.
En el dispensario, Luis informa a Luz de su decisión final: no va a delatarla porque no se perdonaría dejar a los trabajadores sin una profesional como ella. Eso sí, el perfumista reitera que las mentiras de la doctora le hicieron mucho daño y opta por mantener las distancias.
A todo esto, don Agustín aprovecha el despecho de Joselito para sembrar cizaña y le revela que Mateo iba a casarse con Claudia. Al chaval le dan sudores fríos de imaginarse lo que el viejo párroco insinúa y deduce que la joven está embarazada del cura…
Por su parte, Tasio comenta a Ángela que en la colonia piensan que Íñigo está detenido, aunque en realidad continúa en paradero desconocido y fue su padre biológico quien le salvó la papeleta. Su madre se pregunta si habrá algún hilo del que tirar para dar con el estafador. Entonces, al operario se le enciende la bombilla y sale corriendo…
En la mansión, Begoña anuncia a Jesús que no bajará a celebrar los 30 años de las perfumerías y éste le da la razón. A solas, se figura que Andrés la visita y posteriormente se le aparece su marido apuntándole con una escopeta, lo que le trae a la memoria el disparo en el bosque.
Completamente fuera de sí, se planta en el vestíbulo e, histérica, abraza a Andrés, gritando que Jesús quiere matarla. Cuando los Merino hacen acto de presencia en el cóctel, la enfermera, delante de Digna, acusa al empresario de asesinar a Valentín y Clotilde y se monta la de Dios es Cristo.
Damián clama que trasladen a su nuera a un psiquiátrico, Andrés golpea a Jesús en el estómago, Digna llora desconsolada y Luis asiste atónito al espectáculo, hasta que a Begoña le da por dialogar con su madre muerta, se desmaya y su esposo la sube en brazos a la habitación…
