Avance “Sueños de libertad”: Begoña se alía con Luz y Jesús aterra a María, capítulo 130 martes 27 de agosto
Claudia ruega a Damián que evite la marcha de Mateo; Digna y Jaime cazan a Luz y Luis; e Isabel sigue los pasos a los Merino. Esto y más, en el capítulo 130 de “Sueños de libertad”, el martes 27 de agosto en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el lunes 26 de agosto, los análisis detectaron una peligrosa sustancia en la sangre de Begoña y Jaime sucumbió al chantaje de Jesús; Marta dejó en la tienda a Claudia, que acusó a Mateo de condenarla a vivir sin él; Íñigo fue detenido; Isabel reveló a Jesús que los Merino hipotecan su casa; Luz se dio otra oportunidad con Luis; y Begoña abrió los ojos, intuyendo que Jesús la está envenenando…
Avance de lo que pasará el martes 27 de agosto en el capítulo 130 de “Sueños de libertad”
Luz y Luis han pasado la noche juntos en la trastienda de la consulta y despiertan muy acaramelados. El perfumista descubre la misteriosa cicatriz que ella tiene en el estómago y la doctora revela por fin que es producto de una puñalada que sufrió en las duchas de la cárcel.
Más tarde, mientras la pareja se despide, Jaime y Digna aparecen por sorpresa en el dispensario y los pillan a medio vestir. La madre del perfumista deduce que su hijo ha regresado con Luz y el médico se alegra de que su compañera vuelva a ser feliz.
En la alcoba, Begoña, que ya sospecha que Jesús le echa algo en las bebidas para volverla loca, finge sumisión a su marido y logra su permiso para que Luz la visite. Cuando él se marcha, ella vierte el té de la mañana en un tarro.
La doctora acude a la mansión y su amiga le implora que estudie la infusión, convencida de que Jesús le administra alguna sustancia. Luz duda de Begoña, pues los análisis, por lo que ella sabe, descartaron tóxicos en su sangre. No obstante, como la enfermera jura estar en sus cabales, manda a examinar el líquido.
En la fábrica, Damián comunica que las perfumerías han recibido un premio y elige a Marta para recogerlo. Esto provoca un serio choque con Jesús, a quien el patriarca amenaza con retirarle la dirección del negocio.
Luego, el primogénito advierte a su padre que Marta no es tan honesta como cree. Y a punto de soltarle su relación homosexual con Fina, Isabel irrumpe en el despacho. La secretaria ha escuchado la conversación, anima a su jefe a usar los gustos de su hermana para desacreditarla y él contacta con un detective privado.
En la puerta de la capilla, Claudia confronta a don Agustín y lo acusa directamente de montar el escándalo del embarazo para deshacerse de Mateo, a quien no puede ni ver desde que regresó como sacerdote y conquistó a los fieles por su buen hacer.
Dispuesta a hacer justicia, la de Don Benito ruega a Damián que interceda para impedir que el joven cura huya como un criminal. Pero el patrón, a quien don Agustín tiene atenazado por su implicación en la muerte de Gervasio, lamenta no poder ayudarla.
Tras la afirmación de Begoña de que se siente mejor desde que no toma las tisanas de Jesús, Luz opta por demandar los resultados del análisis por escrito. Pero Jaime, sometido al chantaje de su cuñado, la frena escudándose en que desconfía de él por su enfermedad. Su compañera percibe un comportamiento extraño en el médico.
En el laboratorio, Isabel trata de hallar más pistas respecto a los Merino. En ese momento, llegan Luis y Joaquín y la secretaria disimula y se esconde para oír su charla. Los hermanos hablan de la compra de los terrenos para el balneario y del deseo del perfumista de casarse con Luz.
En la cantina, Gaspar presenta a Tasio a Pepa, una chica que ha entrado como empleada para una sustitución. El operario observa que la joven lee las cartas del tarot y, desesperado por conocer su futuro con Carmen, suplica cita para una tirada.
Y Luis le cuenta a Luz que su familia construirá un balneario en la zona para “independizarse” de los De la Reina, basándose en un plan que su difunto padre legó antes de fallecer. Su novia se sorprende por lo ambicioso del proyecto.
En la mansión, Jesús se alarma al encontrar a Begoña y Jaime charlando, aunque el médico, atemorizado, alega que solo le tomaba la tensión. Por si acaso, el empresario disuelve la reunión y encarga a María que acompañe a su esposa a la cama.
Después, Damián afea otra vez a Jesús sus malos modos, recordando haber hecho por su hijo lo que no está en los escritos. Entonces, se presenta María y sugiere que Begoña es peligrosa y deberían internarla en un psiquiátrico. Su cuñado, con una agresividad insólita incluso en él, la arrincona contra la pared y le prohíbe opinar de su mujer…
