Avance del capítulo 150 martes, 24 de septiembre: La máscara que cae: ¡La verdad detrás del legado y la codicia!
Jesús se presenta en casa de los Merino y no duda en encararse con su tía Digna tras descubrir que su padre ha decidido incluirla en su testamento y dejarle la mitad de la empresa y la acusa de haber embaucado a Damián para asegurar la vida de sus hijos pues no tienen donde caerse muertos.
Por su parte, Isidro sigue ahondando en el interés de Andrés por los movimientos del coche de Damián pues no entiende por qué el de La Reina se preocupa ahora por algo por lo que nunca se había preocupado. El chófer decide callarse que encontró el anillo de Valentín para evitar cualquier tipo de guerra familiar.
Claudia y Fina siguen tratando de ayudar a Carmen con todos los preparativos para la venta para las clientas y el ágape que han creado para el evento. Pero lejos de ayudarla, consiguen que Isabel la presione aún más. Después al ver que la secretaria de Jesús no la deja tranquila, las dependientas le piden que por favor no atosigue tanto a su amiga y ahora jefa.
Tras lo sucedido con Jesús, Digna comparte con Damián su enfado por el hecho de que la incluya en su testamento pues la ha puesto en una situación comprometida con los De La Reina.
Pero Damián insiste en que la va a incluir en su herencia y después de lo deja bien claro a su hijo. Por su parte, Joaquín también se encara con su primo por haber tratado mal a su madre.
Andrés se abre en canal con Luis y el cuenta la gran mentira de María con respecto a su falso embarazo y que no la puede perdonar y para él su compromiso está roto después de haberse sentido engañado y humillado. Su primo trata de defender a su mujer al decirle que había enloquecido por pensar que había algo entre Andrés y Begoña.
Después de enterarse que Tasio hizo oídos sordos y cambió los turnos de los trabajadores pese a que se lo había prohibido, Joaquín no duda en echarle una reprimenda a su nuevo ayudante. Pero Tasio le dice que lo hizo por el bien de la empresa y le pide perdón por haberse saltado su orden.
Begoña comparte su frustración por el hecho de no poder tener contacto con Julia después de que Jesús se lo haya prohibido. Tras intentar descubrir que le había pasado en el cuello, Begoña termina confesándole a Digna que se lo había hecho Jesús al tratar de asfixiarla. Y al saberlo, la cocinera promete que no se va a quedar quieta ante los abusos de su sobrino.
María comparte con Gema que va a tener que dejar la casa si Andrés no le perdona y que ha perdido al amor de su vida por sus celos y venganzas. Tras ello, María decide escribirle una carta de despedida a Andrés asegurando que si no le tiene no merece la pena vivir y se dispone a quitarse la vida tomándose unos medicamentos que tenía Jaime entre sus cosas.