Avance “Sueños de libertad”: Jesús, Julia y la redacción envenenada, en el capítulo 215 del martes 31 de diciembre

Jesús no afloja en su lucha por lograr que Begoña se comprometa a ampliar la familia en el episodio 215 de “Sueños de libertad”, con Gema dejando solo a Joaquín y Digna pactando con Carpena para salvar a Andrés.

En el capítulo anterior de “Sueños de libertad”, emitido el lunes 30 de diciembre, Gema acusó a Joaquín de cargarse su matrimonio; Andrés y Luz trataron de evitar que Begoña se ate otra vez a Jesús; Digna defendió a Andrés ante Carpena, que amenazó a Jesús con cambiar de bando; Fina sintió el desprecio en su vuelta a la tienda; y Damián abroncó a Tasio por facilitar a Marta el contacto de Eladio, que exigió a ésta más dinero por su silencio…

Si quieres descubrir todo lo que ocurrirá en el siguiente episodio, te lo contamos en el avance exclusivo que te ofrecemos en vemosTV del capítulo 215, que se emitirá el martes 31 de diciembre a las 15:45 horas en Antena 3.

Avance de lo que pasará el martes 31 de diciembre en el capítulo 215 de “Sueños de libertad”

En el dispensario, Andrés recurre a Luz para intentar frenar a Begoña, empeñada en renunciar a la nulidad y pensando en adoptar un niño junto a Jesús con tal de complacer a Julia. Sin embargo, aunque a ella también le preocupa su amiga, la doctora aconseja al exmilitar no entrometerse en el matrimonio de su cuñada y su hermano.

En paralelo, Begoña advierte a Jesús de que una adopción es algo muy serio, dudando si ambos están preparados para ello, pues a duras penas ofrecen a Julia la estabilidad que merece. Además, avisa de que no le perdonará lo ocurrido en el pasado y su marido jura no volver a repetir sus errores.

En la fábrica, Fina se presenta en el despacho para agradecer a Damián que lograra que Santiago retirara la denuncia contra ella. Su suegro admite que lo hizo por el cariño que le tiene y reconoce que se esfuerza para entender su idilio con Marta, aunque recomienda a la dependienta no ponerse en peligro.

En la mansión, Julia descubre que ha llegado el tren de juguete que encargó Jesús y Andrés le ayuda a montarlo sin esperar a su “padre”. Su tío aprovecha ese momento para quitarle de la cabeza la idea de tener un hermano, con escaso éxito.

En las dependencias de los Merino, Gema escribe una carta a Joaquín antes de mudarse a la mansión. En esas, aparece Miriam con la intención de disculparse y la sirvienta, furiosa, le prohíbe la entrada a su casa y la pone como un trapo, amenazando incluso con agredirla si no se marcha…

En la cocina, Digna no entiende por qué Pedro se ha obsesionado culpando a Andrés de la muerte de Mateo y su sobrino asegura tener claro que Carpena no dará su brazo a torcer. Entonces, su tía se compromete a mediar con el empresario.

Entretanto, la relación entre Joaquín y Miriam se tensa y éste se ve obligado a confesar a la secretaria que le ha contado la verdad a Gema, acabando con su matrimonio. Ella no da crédito a que el gerente se haya ido de la lengua cuando ya no estaban juntos y él le revela que Jesús lo presionó.

A todo esto, Marta comenta a Tasio el chantaje al que la tiene sometida Eladio: quiere 30.000 pesetas por guardar silencio y no delatarla ante la Guardia Civil. De este modo, su medio hermano se acuerda de que Damián lo responsabilizó de lo que le pudiese pasar a su hija y se ofrece a dar la cara por ella.

Y Pedro no ceja en sus pretensiones con Digna y vuelve a la mansión para disculparse. No obstante, ella le aclara que prolongando su conflicto con Andrés solo conseguirá alejarlos. Así, la matriarca de los Merino promete ayudar a Carpena con Inés si él se olvida de su sobrino…

Por otra parte, Pedro pregunta a la cocinera por las tierras que han comprado sus hijos y ella se hace la sueca, interrumpiendo Damián la charla en ese instante. En el invernadero, a Luz le escama la actitud de Luis, que apuesta por hacer más vida social juntos después de que Digna le apremiase a casarse con la doctora.

Más tarde, el patriarca afea a Marta que oculte a Fina sus métodos para librarla de Santiago, al tiempo que su hija le esconde que está en problemas por contratar los servicios de Eladio. Por otro lado, la directora obtiene luz verde de su padre para expandir el negocio como proveedores de los hoteles más selectos, cuyo dueño es un tal Pelayo Olivares.

Por la noche, Joaquín, desolado, lee la misiva de Gema, en la que ésta confirma que se va de casa. La sirvienta rechaza a un marido que accede a tener un hijo con ella mientras se acuesta con otra y él rompe a llorar amargamente. Cuando Digna contempla la escena, el gerente decide sincerarse con su madre…

En la habitación de Julia, Jesús se vale de que la niña aún se encuentra haciendo los deberes para sonsacarle información y la pequeña desvela a su “padre” que Begoña sigue resistiéndose a darle una “hermanita”. Por ello, él la incita todavía más con objeto de que aumente la presión…