Avance “Sueños de libertad”: El oscuro pacto de María y Jesús (capítulo 233, martes 28 de enero)
María consigue convencer a Jesús para que no la denuncie y la ayude a escapar de la justicia, en el capítulo 233 de “Sueños de libertad”, el martes 28 de enero a partir de las 15:45 horas en Antena 3.
Enorme la semana que “Sueños de libertad” tiene por delante para deleitar a su fiel audiencia. La ficción capitaneada por Atresmedia y Diagonal TV, camina con paso firme hacia las 250 entregas convertida en la serie más vista de la televisión en España.
Nuevos secretos, oscuras alianzas, mentiras, sospechas, puñaladas por la espalda, más giros inesperados y emotivas despedidas marcarán los próximos episodios de esta ficción protagonizada por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay.
Sin ir más lejos, el cierre del capítulo anterior dejó a los espectadores pegados a la pantalla. Jesús no se equivocó sospechando de María, a la que siguió hasta la finca abandonada. Una vez allí, nada pudo hacer la joven para impedir que Jesús descubriera el cadáver de Víctor bajo una manta. Ahora, el villano De la Reina exige respuestas. ¡María está atrapada! ¿Cómo va a salir de esta? ¿Confesará la verdad? ¿Qué hará Jesús?
La respuesta a estas y otras preguntas la encontrarás en el avance exclusivo que te ofrecemos en vemosTV del capítulo 233, que se emite el martes 28 de enero a las 15:45 horas en Antena 3. ¡No te lo pierdas!

Avance de lo que pasará el martes 28 de enero en el capítulo 233 de “Sueños de libertad”
María confiesa a Jesús que la muerte de Víctor fue un desgraciado accidente. Su encuentro vino motivado porque Víctor estaba obsesionado con ella, y en un momento de tensión, todo se salió de control. Pero Jesús sabe que María no está contando toda la verdad. Su intuición lo lleva a presionar a su cuñada hasta que, acorralada, revela su secreto: el hijo que espera no es de Andrés.
Jesús, horrorizado ante una revelación que no esperaba, está dispuesto a denunciarla. De regreso a la mansión, toma el teléfono para llamar a las autoridades, convencido de que, tras el escándalo, Andrés abandonará Toledo, alejándose también de Begoña.
María irrumpe en el despacho de la mansión justo a tiempo para intentar detener a Jesús. Desesperada, le asegura que todos saldrían perdiendo si la delata: “La única forma de que Andrés renuncie a Begoña es creyendo que mi hijo es suyo“. Jesús, ante el retorcido razonamiento de su cuñada, finalmente cede.
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María ruega ayuda a Jesús, y este, resignado, promete encargarse esa misma noche. Eso sí, ambos deben aparentar total normalidad, algo que para María va a resultar muy complicado.
Luego, en la fábrica, Jesús aprovecha una conversación con su padre para advertirle de las verdaderas intenciones de Carpena. Le asegura que don Pedro utiliza el proyecto del balneario como excusa para acercarse a Digna y que su alianza con los Merino podría darles el control absoluto de la empresa. Aunque Damián inicialmente duda, termina admitiendo que su hijo tiene razón: deben protegerse.
Y así, mientras Digna acepta retomar su relación con don Pedro y un largo beso entre ellos sella un nuevo comienzo, Marta confirma las sospechas de su padre cuando Joaquín exige iniciar la construcción del balneario de inmediato.
Luz, por su parte, no logra encontrar paz. Sus noches son interminables y su inseguridad la consume. Begoña insiste en que necesita tomarse un descanso y alejarse de todo. La doctora, aunque reacia al principio, termina considerando la idea y pidiendo esos días de vacaciones a Marta.
En cuanto a don Agustín, de vuelta en la colonia, pone al tanto a Claudia del rumor que ha comenzado a circular sobre la orientación sexual de Marta y Fina. Claudia se apresura a desmentirlo categóricamente, pero lo cierto es que eso no parece que vaya a ser suficiente para detener las habladurías.
Cae la noche en la mansión y Jesús regresa tras haber cumplido con su parte. Informa a María que ha trasladado el cuerpo de Víctor a una caballeriza, simulando un robo. Sin embargo, la frialdad que le pide a María es algo que ella no logra mantener. Su nerviosismo es evidente, y cuando Begoña, preocupada, pregunta de nuevo por el paradero de Víctor, las evasivas de María no hacen más que alimentar las sospechas.