Avance “Sueños de libertad”: Begoña en shock, testigo del giro de Andrés, capítulo 118 jueves 8 de agosto
Claudia y Mateo hacen un pacto; Tasio pide dinero a Damián para asociarse con Íñigo; Isabel sorprende a Jesús con una gran idea; y Ernesto vuelve a interponerse entre Gema y Joaquín. Esto y más, en el capítulo 118 de “Sueños de libertad”, el jueves 8 de agosto en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el miércoles 7 de agosto, Carmen rechazó el negocio de Tasio; Claudia se declaró a Mateo; Digna abrió los ojos a Luis, que montará el balneario junto a Joaquín, quien además se reconcilió con Gema; Isabel cazó a Marta y Fina besándose; y Jesús, completamente borracho, tiró a la cama de un empujón a Begoña y empezó a violarla…
Avance de lo que pasará el jueves 8 de agosto en el capítulo 118 de “Sueños de libertad”
Begoña está en shock tras haber sido abusada sexualmente por Jesús. Cuando le lleva el desayuno a la cama, Digna la nota rara y le pregunta si ha pasado algo con su sobrino, que escucha detrás de la puerta. La enfermera comienza a hablar mal de su matrimonio y su marido irrumpe en la alcoba…
Tasio, lanzado después de que Jesús se mofara de él, ha reunido a escondidas de Carmen las 10.000 pesetas para ser socio de Íñigo, que le suelta que ha llegado a un acuerdo con otro y la inversión ha ascendido al doble. No obstante, el operario le entrega el dinero y promete conseguir enseguida el resto.
En su despacho, Marta muestra a Isabel que lleva puesto el pañuelo que supuestamente se regaló a sí misma y la secretaria asegura que Fina lucía uno igual. La jefa, siguiendo la estrategia pactada con su novia, afirma que a Isidro le gustó el suyo y le compró otro a la dependienta.
En el laboratorio, Joaquín anuncia a Luis que ha averiguado que los terrenos donde se halla el pozo de aguas termales pertenecen a un tal Ricardo Peralta, nombre que a ninguno de los dos le suena. En esas, aparece Andrés y los hermanos tratan de disimular. Luego, el mayor de los Merino sentencia que deben andarse con sumo cuidado.
En la cantina, Fina encarga a Tasio una radio para Isidro y el marido de Carmen le hace un pequeño descuento con la condición de que no diga nada a su compañera. Mientras, Íñigo le mete prisa: si no tiene las 20.000 pesetas en una hora, se quedará fuera.
Entretanto, Claudia ruega a Mateo que conteste a su declaración de amor, lamentando haber sido incapaz de ocultar por más tiempo sus sentimientos. El joven sacerdote se niega en redondo a tocar el tema y zanja la cuestión con lágrimas en los ojos: él no siente nada parecido a lo que siente ella…
Por su parte, Isabel ha descubierto que los productos De la Reina triunfan en Cádiz gracias a la base de Rota y sugiere a Jesús montar una sucursal allí para abrirse al mercado norteamericano. Su jefe la felicita y la secretaría le desvela que ha optado por explicarle su idea a él porque Marta no le convence…
A continuación, Luz llega al despacho y expone a Jesús su preocupación, ya que Begoña ni se ha pasado por el dispensario ni ha contactado con ella. Él achaca la desgana de su mujer a la muerte de Mercedes.
En las dependencias de los Merino, Joaquín no logra que se ponga al teléfono el tal Peralta, al que resulta que Gema conoce por su sobrina, con la que alternó en Madrid cuando salía con Ernesto. Como era de esperar, su marido se enfada: lo que le faltaba es tener que recurrir al entorno de quien le quiso robar la esposa.
A todo esto, Claudia comenta a Carmen que Mateo le acaba de partir el corazón tras confesarle que le gustaba. Entonces, el muchacho se presenta en la tienda, se disculpa con la de Don Benito por cobarde y le propone un pacto: seguir como amigos sin alimentar otros impulsos…
De su lado, Tasio, desesperado por reunir el dinero para asociarse con Íñigo, solicita un préstamo a Damián. Su padre biológico exige detalles del negocio, aunque él se limita a responder que es tan legal como vender perfumes. Al final, el patrón le extiende un cheque de 6.000 pesetas.
En la cocina, Digna rechaza tajantemente regresar junto a Damián e Isidro los pilla en plena discusión. El chófer, escamado, se ofrece a la cocinera para que cuente con él si surge algún inconveniente con su cuñado…
Y Andrés halla en el salón a Begoña, que continúa ausente por la violación de Jesús. En ese instante, Gema le entrega un ramo de rosas de parte de Jesús con una tarjeta que reza: “Por aguantar lo indecible…”
Ella pide a la sirvienta que retire las flores y admite ante Andrés que su hermano no tiene límites. María interrumpe la conversación y su esposo la sorprende: ha organizado un picnic para ambos. Begoña, rota, sube a su habitación para mitigar su dolor con más pastillas…